COSAS DE SER LIBRE.
El burro pastaba y trotaba por el rancho que tenía su amo, en libertad, era un burro feliz.
Lo que él no sabía, es que era el último de su clase, después de él nada quedaría, todos los linajes de su especie desaparecerían con él.
El dueño del burro era un ranchero poderoso, con grandes extensiones de tierras en donde tenía abundantes cabezas ganado, tanto de caballos, vacas, ovejas, cabras, cerdos, etc. y había decidido que el burro viviera en semi-libertad para que fuera sin cortapisas por todos los terrenos del rancho. Pensaba que después de tantas atrocidades cometidas por los hombres contra los burros, y de haberlos exterminados a todos menos al suyo, lo mínimo era que el último de la especie viviera feliz, sin tribulaciones, ni obligaciones.
El burro iba y venía con libertad por todos los rincones del rancho, a veces pasaba días y semanas sin ver a nadie, ni a otros animales, ni tampoco a personas.
Se sentía el burro más feliz del Mundo, trotaba para arriba y trotaba para abajo, comiendo y retozando cuando quería y en donde quería, ¿que más se podía pedir a la vida?. Pués eso.
Con el paso del tiempo los humanos se fueron olvidando del burro, al no ser para ellos un quehacer diario no se preocupaban por lo que estaría haciendo, y si alguna vez se acordaban de él, era para pensar en la suerte que tenía el "jodido" burro que no tenía que trabajar ni dar cuentas a nadie, haciendo lo que le daba la gana en cada momento, así que los pensamientos cuando se producían, eran por la suerte que tenia el "cabrón" de burro (con perdón), que no daba un palo al agua.
Pasaron los años, el ranchero murió y sus tres hijos se repartieron la herencia.
El rancho como tenía mucha extensión de terreno lo dividieron en tres ranchos más pequeños, un rancho para cada hijo, cuando estaban repartiendo las tierras se acordaron del burro, de que sería de él, y a quién de ellos le pertenecería, decidieron que una vez repartidas las tierras el burro sería del que lo encontrase en su nuevo rancho.
Una vez repartidas la tierras cada uno de los hijos se fué a buscar al burro, después de mucho buscar, ninguno encontró al burro por sus tierras, entonces pensaron lo peor, en que quizás el burro se hubiera escapado, o hubiese muerto.
Contrataron a un helicóptero para que desde el aire revisara algunas zonas de los ranchos inaccesibles desde tierra, en donde pudiera estar el burro.
Por fin encontraron al burro, por lo que se vió, el pobre había caído a una sima hacía muchos años, y no pudo salir, posiblemente rebuznó pidiendo auxilio, pero allí tan lejos de los demás nadie le oyó, tampoco se le echó en falta, porque no tenía ninguna relación con nadie, ni tampoco obligación que lo reclamase. El pobre burro murió joven, libre y solo.
FIN.
NOTA:
("LA LIBERTAD" es buena cosa bien administrada, pero como todo en esta vida tiene sus pros y sus contras, por eso tenemos que administrarla con buen tino porque si no... se convierte en desatino).
Salud para todos, vuestra amiga Margot.
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