Blogia
Margot Matre

EL CAPITÁN.

Estaba lloviendo, el terreno estaba resbaladizo todo era un lodazal, las caídas eran frecuentes y el avance era dificultoso, se hacía casi imposible avanzar sin caerse.

Las tropas de infantería intentaban avanzar en linea recta, pero como eso se hacía cada vez más difícil, se movían hacia los lados de la formación buscando el mejor sitio para apoyar los pies sin caerse, y esto hacía que tropezaran continuamente los unos contra los otros, los soldados se caían y se levantaban, el barro los cubría enteros, mientras tanto los fusiles enemigos seguían disparando sin cuartel. El avance de las tropas se había convertido en un infierno.

El Capitán de las tropas iba en cabeza, pasando por las mismas tribulaciones que los hombres a su cargo.

La situación era dramática, había que tomar una decisión o todos acabarían alli mismo abatidos por el fuego enemigo.

Según lo pensaba el Capitán, no podían retroceder, porque ellos eran la avanzadilla de los que ya habían desembarcado y como venían por detrás tropezarían con ellos haciendo imposible la retirada. La rendición ni se le pasó por la cabeza. Así que tomó la única decisión que podía tomar.

Cogiendo la bandera del regimiento y alzándola en lo alto gritó: ¡¡Adelante!! ¡¡Adelante!! ¡¡Adelanteee!!

En la vida todas tenemos decisiones que tomar, muchas de ellas serán arriesgadas, otras nos desagradarán tomarlas, y otras no nos quedará más remedio que tomarlas.

Habrá decisiones que teniéndolas que tomar no las tomaremos, bien por cobardía, por incapacidad emocional, o por otras razones que cada una sabrá.

Siempre que vayamos a tomar una decisión, antes no nos vendría mal hacer alguna reflexión, por ejemplo: ¿Puedo retroceder? o ¿Puedo quedarme donde estoy?.

Por supuesto cuando tenemos claro que no podemos retroceder, ni quedarnos donde estamos, tendremos que demostrar si tenemos el mismo valor que nuestro Capitán, para tomar la única decisión posible: ¡¡Adelante!! ¡¡Adelante!! ¡¡Adelanteee!!

 

 

Posdata:

Mis respetos para todas aquellas personas que sabiendo que están en juego sus vidas, siguen adelante por un bien común, sin importarles las consecuencias para ellas.

También quiero desde esta humilde tribuna, enviar mis respetos y mi admiración, para todas aquellas personas que estando enfermas, y sabiendo que se van a morir, siguen adelante día a día con su mejor talante, llevando su carga con entereza, sin quejarse y sin rendirse, aceptando lo que hay con Valentía, sabiendo que esto es lo que toca y esto es lo que hay que hacer. Ellas y ellos también son "CAPITANES".

            ¡¡Adelante!! ¡¡Adelante!! ¡¡Adelanteeeeeeeeee!!

 

 

                  Salud para todos, vuestra amiga Margot.

0 comentarios