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Margot Matre

El ascensor con truco.

Feliz Año nuevo 2020 para todos. Os deseo de corazón.

Este año he estado muy liada y no he podido prepararme ninguna historia para contar en mi blog, por esta razón os voy a contar ahora que estoy un poco más desliada, una pequeña historia que sucedió hace ya algún tiempo.

Pedro, esperaba en la cafetería que estaba junto a su casa, a su novia Angelines, como siempre ella llegó tarde, Pedro la regañó entre bromas y risas por su tardanza, Angelines le dió una excusa de su tardanza, que al día de hoy mantiene y que su marido Pedro (al final se casaron), sigue sin creerse.

Esto contaba Angelines:

Bajaba en el ascensor de su casa, de su piso (10.º) al portal, (como todos los días) el asunto es que el ascensor no paraba de bajar, y aseguraba que bajó por debajo del piso 1.º, y continuó bajando por debajo de la calle, (era como en las "pelis" de agentes secretos, que se montan en un ascensor que baja, y sigue bajando muchas plantas por debajo del terreno.

De pronto el ascensor se paró, la puerta se abrió y entró una anciana (bien vestida) de unos 80 años, que saludando muy educadamente pulsó el botón del bajo, que era la salida del portal de la casa, así que volvieron a subir.

Angelines no abrió la boca más que para coger aire.

Llegaron a la planta del portal, la señora se despidió amablemente y salió, Angelines se quedó dentro del ascensor en parada sicológica.

Cuando salió a la calle no vió a la señora, consultó su reloj, habían transcurrido 20 minutos.

Desde que se montó en el ascensor de su piso, hasta que salió al portal con la señora, habían transcurrido 20 minutos, en un trayecto de más o menos un par de minutos ella ese día había invertido 20 minutos.

Cuando llegó donde Pedro, le contó lo que la había pasado, pero Pedro ni se lo creyó entonces, ni se lo cree ahora.

Por supuesto que Angelines bajó muchas veces en el ascensor de la casa, pero nunca volvió a bajar más abajo de la planta del portal.

Este relato me lo contaron a mí, y como yo me lo creo todo, por supuesto que lo creí, pero tengo que reconocer que es muy inverosimil, se mire por donde se mire.

                                            

                                          Lo dicho: FELIZ AÑO, 2020.

                              Saludos para todos de vuestra amiga, Margot.




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