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Margot Matre

Nos hacemos viejos.

Nos hacemos viejos, si viejos y viejas, como una silla, como un coche, como el ejemplo en el que queramos pensar, pero nos hacemos viejos.

Viejo, es una palabra que no nos agrada, pero es la realidad, nos haremos viejos, y no hay nada malo en esta palabra.

Maquillamos las palabras para atemperar una realidad que nos alcanzará sin remisión. Decimos tercera edad, o vete tú a saber que nos inventaremos para definir una realidad que no va a cambiar, por mucho maquillaje que la pongamos encima. Pues eso que nos haremos mayores, así que viejas y viejos seremos.

La infancia es un tiempo de fantasías e ilusiones, es un tiempo en el que todo vale, en el que todo es posible para nuestra mente. En general, lo normal es que sea un tiempo de felicidad.

Con la adolescencia llegan los Egos, nos creemos que podemos con todo. Nuestros cuerpos se llenan con los estrógenos y la testosterona, la sexualidad nos pone por las nubes, nos cremos superiores a todos y miramos con desdén y con chulería a todo lo que parezca viejo, ya sea una opinión, una cosa, o una persona de más de 30 años.

La adoslescencia es un tiempo para experimentar, y también para meternos en todos los líos posibles, porque para nosotras y para nosotros, el Mundo en el que vivimos es injusto, y tiene demasiadas reglas que acatar.

Después de la adolescencia, llega una etapa en la que dependiendo de las circunstancias personales de cada uno, estaremos más, o menos tiempo viviendo. Este periodo se desarrolla entre los 20 y los 30 años.

Durante este tiempo y en general, aprovechamos para elegir pareja, acabar los estudios y encontrar un buen trabajo, bueno eso solo para los elegidos, el resto nos conformaremos y de buena gana, si encontramos un trabajo fijo.

De los 30 a los 40 años, vienen las afirmaciones personales de personalidad, generalmente nada que ver con quién hemos sido hasta ahora. Y va a depender mucho del puesto de trabajo que tengamos, del éxito o no, que hayamos conseguido, también de nuestras parejas y de las nuevas amistades que hemos ido haciendo, y por supuesto de nosotros.

Por lo general nos socializaremos con el resto de personas, pero sin demostrar nuestros sentimientos personales, iremos dentro de un disfraz invisible para los demás, esta fachada inventada nos aislará, y nos hará creernos que somos buenas personas, y que nos merecemos lo mejor, de lo mejor, simplemente porque sí. Y nuestro Ego estará por la Estratosfera.

De los 40 a los 60 se nos pasará volando, en general es un tiempo de lucha, de responsabilidades, de desafíos, de chocar contra la realidad de la Vida, de estar metido en las tricheras sin tener tiempo para nada más.

De los 60 a los 70 años, ya deberemos tener todos nuestros deberes hechos, porque la vejez esta llamando a nuestra puerta, y será inflexible con nosotros y con nuestras debilidades.

Apartir de los 70 años, y por supuesto dependiendo de la genética de cada una, también de lo que nos hemos cuidado, amén de los percances sufridos, nos encontraremos mejor o peor, pero os tengo que decir a los, y las que hemos llegado hasta aquí, "Somos Viejos".

Si viejas y viejos, para lo bueno y para lo malo.

Con la vejez viene la debilidad y la dependencia. Es un tiempo para confiar en los demás, de adaptarse, y permitir ser ayudados, porque sin la ayuda de los demás el tránsito se hará más difícil.

Es en esta etapa cuando deberíamos reconciliarnos con las personas, y con el Mundo, así como con nosotros mismos, por supuesto los que lo necesiten, del resto me alegraré por ellos si están en paz con la Vida.

Es en este tiempo cuando todo lo vivido queda relativizado.

Ahora nos preocupa principalmente sentirnos queridas/os, y acompañadas/os. Todo lo demás es secundario, vivimos una nueva realidad y en esta realidad lo más importante son las personas que tenemos cerca, porque ellas serán las que dirijan nuestras vidas, de aquí hasta el final.

Tranquilas, que no hay nada malo en ser Viejas y Viejos, es otra etapa de nuestras vidas, la aceptamos y seguimos, como hemos hecho hasta el presente.

 

                                  Saludos para todas/os. 

                                     Margarita Matre.

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