TRILOGÍA. Segunda Parte.
"TRILOGÍA" Segunda Parte.
(Apóyate en los demás, para eso están).
Los últimos días habían sido un suplicio para ella, todo se había vuelto negro, la mujer se estaba volviendo loca, el banco la embargaba el piso por no poder pagar.
Ella siempre había sido una persona emprendedora, ganaba mucho dinero con su negocio, la vida la trataba bien, tenía marido y dos hijos.
Como su negocio la iba bien, compraron otra casa más grande y más cara en una zona exclusiva, para ello se hipotecaron con el banco.
Llegó la crisis y las ventas en su negocio bajaron, pidió un crédito para su negocio, pero ni así pudo remontar, tuvo que despedir a los dos empleados que tenía y seguir ella sola, como cuando empezó.
Pero sus mejores clientes cerraron y ella al final tuvo que hacer lo mismo. Acabó cerrando su negocio cargada de deudas.
No entendía nada de lo que la estaba pasando, empezó a darle vueltas a su vida para ver en donde se había equivocado, entonces todo lo vió negrísimo, se culpó hasta por el hundimiento del Titanic. Se hundió en la desesperación y en la culpa.
Porque tuve que hacer esto, porque tuve que hacer lo otro, se repetía una y otra vez. De pronto hundida en la desesperación, abrió la ventana de su habitación, arrimó una silla a ella y se subió para arrojarse al vacio.
¡Que vas a hacer!
La gritó una voz al tiempo que la sujetaba el cuerpo, (era su marido que acaba de entrar en la habitación, y al verla subir a la silla se temió lo peor, y se había movido a la velocidad de una centella).
Déjame le gritaba ella, al tiempo que forcejeaba por soltarse de su abrazo.
Sí, eso no te lo crees ni tú, aquí no me vas a dejar a mí solo, tú te quedas aquí conmigo, y me ayudarás a salir de esta, como lo has hecho en otras ocasiones, de esta vamos a salir los dos juntos.
Tú no estás sola, tú me tienes a mí y a tus hijos. Nosotros estamos contigo. (Le gritaba su marido, al tiempo que la abrazaba con todas sus fuerzas).
Saludos para todos, vuestra amiga Margot.
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