Blogia
Margot Matre

(Super-hombres y Super-mujeres)

Cuando era pequeña ya ví algo parecido, en aquella ocasión a un niño le seguía otro niño mayor que él con ganas de pegarle, el pánico hizo que en su huída saltase de una altura de cuatro metros. Pensando que todo el terreno era llano y seguido salió corriendo, lo que se encontró fué con un desnivel de cuatro metros en vertical hacia abajo, entonces como ahora no le pasó nada, ni tan siquiera un rasguño. El niño saltó, calló, se levantó, y siguió corriendo para librarse de una paliza segura. No se dió cuenta del desnivel de 4 metros que acababa de saltar.

 

Lo que ahora acababa de presenciar era algo similar, un hombre corriendo cruzaba la carretera por donde no debía, recibiendo el golpeo de una furgoneta, por la fuerza del impacto y de su velocidad, fué rebotado y salió despedido hacia un costado de la carretera, cayendo en la acera junto a mí, seguido se incorporó y siguió su camino como si tal cosa, no se detuvo para nada, ni tan siquiera para sacudirse el polvo, era como si su mente estaría en otro sitio, estaba ausente absolutamente de todo lo que había acontecido, o por lo menos eso parecía.

 

Estos hechos narrados anteriormente no tienen una exlicación racional, yo tengo la idea de que la mente en algunas circunstancias extraordinarias, nos condiciona, nos posee, y cuando hemos iniciado una acción determinada, de manera automática seguimos haciendo la acción, la inercia nos mueve porque hay una idea fijada en nuestra mente, y pase lo que pase somos capaces de realizarla, aunque haya inconvenientes, de tal manera que en esos momento somos capaces de superar cualquier obstáculo, comportándonos como super-hombres, y como super-mujeres.

 

Lo que digo no puedo demostrarlo son conjeturas mías, pero sigamos con las cábalas, si no es por el poder de nuestra mente, como una persona puede recibir un golpe que lo saque volando de la carretera hasta la acera, no tenga ninguna lesión, y siga tan fresco, o como un niño puede caer de una altura de cuatro metros, y seguir corriendo como si nada.

 

La religión posiblemente nos dará una explicación milagrosa, la ciencia nos dirá que las probabilidades de que estos casos se produzcan son de una entre un millón, y luego cada uno de nosotros le daremos las vueltas que creamos oportunas.

 

Lo cierto es que nuestra mente es una gran desconocida, ya desde la antigüedad hemos oído hablar de sus poderes y que perfectamente podría ser una herramienta al servicio de los hombres, capaz de hacer lo que nosotros pensemos en cada momento.

 

Todo este asunto lo dejo aquí mismo, de igual manera que yo me estaré un rato dándole vueltas, espero que otros también hagan lo mismo, quizás alguien sea capaz de explicarnos porqué suceden estas cosas, y como podemos hacer que sean cotidianas para todos.

 

Saludos para todos,  Margot Matre.

0 comentarios