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Margot Matre

Neli, Katy y el pastelito de arroz.

La brisa acariciaba su rostro de niña, junto a ella su perrita katy la miraba interesada, Neli se estaba comiendo un pastelito de arroz mientras Katy no la quitaba ojo, Neli hacía lo imposible por dar envidia a su perrita mientras comía su pastel.

 

En un determinado momento, el pastel se la cayó de las manos a Neli. El pastel no llego al suelo, tampoco lo cogió Katy, mirando la escena entre Neli, Katy y el pastel de arroz, estaba un perro pekinés, él fué el más rápido de los tres, él se lo comió.

 

Los padres de Neli que seguían la escena, así como el dueño del pekinés, disimulando sus sonrisas, intentaban mantener el tipo para que la niña no les viera reir.

 

Neli reaccionó pronto, agarrando la primera piedra que vió en el suelo se la tiró al pekinés, dándole de lleno en el cuerpo.

 

Los mayores rápidamente intervinieron para recriminar a Neli por su actitud.

 

La niña no entendía de razones, ella estaba jugando con su perrita y el otro perro le había quitado algo que era suyo.

 

Los mayores terminaron hablando entre ellos y disculpando a la niña, que al fin al cabo no dejaba de ser otro perrito más.

 

Cada cual se fué en una dirección distinta, en un momento determinado la niña ve a sus padres reirse a carcajadas, les mira extrañada y les pregunta: bueno que es lo que he hecho ahora para que os riáis de mi, a lo que el padre la contesta: no nos reímos de tí cariño, estábamos comparando la cara que puso el señor del pekinés, cuando su perro se comió tú pastel, y la cara que puso cuando le atizaste la pedrada.

 

La niña que todavía estaba enfadada por lo del pastel, y por la reprimenda que la habían echado por lo de la pedrada, no entendió a su padre, lo único que tenía en la cabeza es que otro día se preocuparía muy mucho de jugar con Katy lejos del pekinés.

 

Saludos para todos, Margot Matre.

 

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