SOLUCIONAR PRIMERO.

Su vida era una continua agitación, su lema era: Más rápida, más ocupada, menos en que pensar.

 

Cada día se la acumulaban más cosas sin resolver, cosas que se la iban amontonando, mientras ella escondiendo la cabeza debajo del ala, siempre estaba ocupada.

 

Daba igual la actividad de la que se tratase, por peregrina que fuese, con tal de estar entrenida, y no tener que pensar, la hacía.

 

La muerte de un amigo, la ructura con su pareja, discusiones con su familia, desaveniencias con sus amigos y en el trabajo, todo lo ocultaba debajo de la "alfombra", el asunto era no pararse a pensar.

 

Su cuerpo empezó a resentirse, al igual que su mente, y se enfermó.

 

Luego un peregrinar de médicos. Sus análisis eran pésimos, sus órganos enviaban mensajes catrastróficos a los galenos.

 

Además la aconsejaron visitar a un siquiatra, cosa que hizo.

 

Poco a poco, los médicos fueron estabilizando su cuerpo, y su mente, al cabo de un año, más o menos, la dieron el alta.

 

Ella se creyó curada, y siguió con su vida anterior, al principio las cosas la iban bien, tenía buena actitud y mejor predisposición.

 

Pero....seguía sin resolver sus asuntos principales, con el tiempo empezó otra vez con sus malas costumbres, y peores actitudes, en poco menos de un año, estaba en el mismo sendero que transitaba antes de ir a ver a los médicos.

 

Volvió su impaciencia, su agresividad, su ansiedad, y su incapacidad de pararse para hacer frente a su vida.

 

 

(La vida, la vivimos como nosotros la hemos decidido vivir. Nosotros tenemos que tomar la decisión de asumir nuestros actos, obrar según nuestra conciencia, para que de esta manera podamos vivir una vida serena, y ordenada).

 

 

                        Saludos para todos.